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martes, 16 de junio de 2009

UNA PANTALLA QUE ABARQUE EL MUNDO.

Metallica en el Foro Sol.


Junio llegó con un evento de verdaderamente grandes dimensiones. Suele suceder que los promotores de conciertos masívos adolescan de poco tino o de un juicio miope a la hora de escoger bandas soporte. De modo similar a como ocurrió en febrero durante el Maiden fest, que contaron con algunos grupos que poco y nada tenian qué ver con el resto del cartel (Atreyu y Lauren Harris), en esta ocación tuvimos el desafortunado encuentro con dos ejemplos de lo que es no saber qué hacer con una banda muy muy grande y querer rellenar con lo primero que venga en mente (por decirlo de modo amable). Comenzando con los nacionales Resorte, quienes iniciaron su actuación cerca de las 6 30 de la tarde y con un Foro Sol a menos de la mitad de su capacidad; los regiomontanos, que por ahi del 97-98 hicieron algo de ruido y mella en el panorama del Rock alternativo nacional con su disco debut “República de ciegos”, ofrecieron una actuación, que si bien no fue fría y hueca (es un decir), sí se sintió un tanto forzada y su estilo Rap-core/ Nü metal se escucha tan superado como las Spice Girls y más fuera de lugar que un tributo a los Tigres del Norte hecho por bandas del Rockcito nacional (perdón, eso creo que si existe; la realidad da más miedo que la ficción). La ciencia no engaña, los híbridos se caracterizan, entre otras cosas, por ser estériles. Aunque los de Monterrey hayan logrado conectar con algún que otro desubicado saltarín.
Considero que la actual escena nacional de METAL, se encuentra en un envidiable estado de buena salud, particularmente hablando de bandas. De éste panorama destaco el que haya grupos que trabajan de modo honesto y con profesionalismo, que de hecho hubieran estado mucho más ad hoc a la ocación; digamos Split Heaven o Strike Master. ¿qué necedad de resucitar a una banda que duró sólo un disco, editado por una compañia fresona y de ese modo cerrar las puertas a propuestas más ricas, muy a pesar de encontrarse en el underground? Bueno, estamos hablando de Nokia y Ocesa como organizadores. Resorte, representante nacional de un género con fecha de caducidad (a estas alturas, más bien acedo) cuyo repertorio gira en torno a ese viejo disco editado por la ahora occisa Manicomio Rec. La rechifla, las mentadas y el descontento general del auditorio no se hizo esperar.
Pasados aproximadamente 45 minutos, tal vez más, subieron al entarimado los norteamericanos Avanged Sevenfold quienes vienen a ser una especie de abanderados del llamado Metal Core (tambien se le conoce como Scream-tatoo-piercing Metal), a últimos años muy difundido en el mercado gabacho. Los Avanged desarrollan un metal muy hard corero, con un poco de melodía, apoyadísimo en el trabajo de las guitarras, que en realidad no es una labor tan mal lograda pero cuya tendencia a los gritos, tarolazos y guitarrazos terminan aburriendo tan rápido como ver un horno de microondas calentando sopa. Sin pena ni gloría la actuación de estos americanos que debió durar otros 45 minutos o acaso una hora. Pienso en la misma cuestión que con Resorte en cuanto a la falta de oportunidad a nuevas bandas, en fin.
Pasaban de las nueve de la noche y aún brillaban las luces del Foro Sol que estaba al tope de su capacidad.
Entonces se apagaron todas las luces y sobrevino la histeria: “The Ecstacy of Gold”, imagenes de la pelicula “El bueno, el malo y el feo” y el coro de más de 55,000 fieles al grupo más polemico de Heavy Metal de todos los tiempos, el más exitoso. “Creeping Death” abre la presentación de los thrashers de la Bay Area; masizos, exactos, salvajes y, por extraño que parezca, elegantes. Una pantalla que pudiera abarcar al mundo, es la única escenografía que necesitan ellos y nosotros, claro, acompañado por el inolvidable coro “Die, die, die, motherfucker, die”. A manera de regreso a la tierra, entra la contundente “Fuel” del controversial Load, junto con enormes llamaradas de más de diez metros de altura. Verde la bateria de Lars Ulrich, café la guitarra de James Hetfield, Kirk Hammet porta una guitarra verde con un diseño de Drácula y Robert Trujillo simplemente está fuera de mi campo visual y durante todo el concierto me resulta dificil seguirlo con la mirada. “Harvester of Sorrow”
De un momento a otro se encuentran tocando uno de mis temas predilectos, “Wherever I May Roam” de 1991 y arrancan con “Fade to Black” de 1984, la cual me provoca una que otra lágrima. No me muevo, apenas respiro lo necesario, no sé qué ocurre con los asistentes, estoy abstraido. Duraría asi por varios días subsecuentes.
Han sido años de espera por verlos y de un modo James lo sabe “we've been waiting ten years to return to Mexico, you've been practicing for the last ten years...” hay algo taciturno en la mirada de Hetfield, tal vez sea cansancio pero su interacción con la gente es limitada y dá la impresión de que el evento transcurre a una gran velocidad; la misma velocidad a la que tocan “And Justice For All”. Muy rara es la canción que tocan con los mismos instrumentos, hablando de cuerdas; Kirk oscila entre el modelo de Drácula, dos con diseño de ouija board (una blanca y otra negra) y la clásica Esp negra con calaveritas en el diapasón, James usa una gris despintada estilo Les pauls, otra similar con una cruz de hierro al frente, la ya mencionada café y la habitual Explorer blanca. Robert en cambio, luce un bajo con diseño de calendario azteca. Los bombos de la batería de Lars, más que escucharse, se sienten en el pecho como un golpe de viento. Titanes.
Algunos temas del flamante Death Magnetic, como “All Nightmare Long”, “The Day That Never Comes” entran por la vena y en el rostro de los integrantes se nota el gusto pero sobre todo el orgullo de tocarlas para la gente y que en cambio, nosotros adoptamos como nuevos clásicos. Descargan la poderosa “Sad But True” y de momento queda Kirk en el escenario solo y presentado por Hetfield. Hammet ejecuta un solo de gran belleza con una aún más bella Gibson Les Pauls; relajado, apacible y melancólico es el telón musical que antecede “Nothing Else Matters” que arranca gritos y lagrimas de los espectadores. James, al termino del solo que le corresponde en esta pieza, permanece medio sentado y muestra a las cámaras la uña para guitarra que porta y abarca la pantalla enorme; detalle que provoca gritos de los fieles.
Pasan la inconmesurable “Master of Puppets”, la pirotécnica “One”, la obvia “Enter Sandman” y demás clásicos entre los que resaltaría “Dyers Eve”, “The Wait”, “Welcome Home (Sanitarium)” y “Hit The Lights” que simplemente me pareció orgásmica. Cada tema es cuidado hasta el más pequeño detalle, el tipo de distorción es identico al de las grabaciones, pero con el calor que desprende la acción directa de sus autores. Incluso en alguna que otra tienen ligeros errores que le dan sabor al evento y que no pasan a más.
Metallica se despide de los fieles mexicanos con el bis consistente en “Seek And Destroy” que nos intercambian por “the very last drop of energy you have” en cuerpo y espiritu, la entrega total y el rito absoluto del Heavy Metal. Despues de los discursos por parte de cada uno de los integrantes, queda la promesa de Robert Trujillo de regresar lo antes posible y tocar para nosotros. Han dado infinidad de uñas y baquetas que serán más que tesoros, reliquias sagradas para los afortunados en obtenerlas. Metallica se despide.
Fuimos testigos de una de las verdaderas industrias del entretenimiento, una maquinaria que a muchos nos resulta dificil de imaginar junto con los alcances reales y el impacto que tiene como medio de vida de miles de personas, pero sería muy triste pensar en Metallica como ese monstruo del mercado; es más dulce quedarnos con el honor de formar parte de la “familia” que son y que somos los seguidores de todo el orbe de esta apasionante banda. Hay quienes lo coronan como el Led Zeppelin de estos tiempos, declaración en la que difiero por completo; son Metallica y como banda de grandes dimensiones que son, resultan únicos y sin paragón. Son la banda de garage más grande que ha existido.

martes, 26 de mayo de 2009

Todo comenzó en...

GÉNESIS.


1989 debió ser el año, no estoy muy seguro pero si lo estoy de algo; el primero fue Pink Floyd “The Wall” y la cuestion es que fue a través de la pelicula y en particular por la secuencia de Another Brink on the Wall parte II “la de los niños” le decia a un tío (el más jóven de los hermanos de mamá) que había traido una copia de la pelicula en VHS desde la capital del país. Yo tenía unos 5 años de edad y en menos de un año ya tenia memorizada toda la pelicula, cada secuencia, cada canción, aunque los diálogos no, porque aun tenía problemas para leer. Y la fantasía que me duró un tiempo de ver arder mi escuela primaria.
Admito haber tenido mi deslíz con el rap de inicio de los 90's (KLF, Criss Cross, Techno Industrial) sin embargo, era tambien el tiempo en que Guns n Roses eran los reyes del mundo, junto con Metallica. De mano de dos hermanas me vinieron nuevas referencias y también por parte de mi madre (Queen, Maldita Vecindad, Caifanes, Laureano Brizuela y casi toda la camada del “Rock en tu idioma”) .
MTV era entonces un canal de música y yo todo lo absorbía, aunque lentamente iba desechando lo que simplemente no me convencía ( Pet Shop Boys, U2, Midnight Oil ) para ir tomando mis propias referencias, sobre todo de grunge. Estando en cuarto o quinto de primaria ya tenia identificado el cómo sonaban y cómo eran Aerosmith, Megadeth, Stone Temple Pilots, Metallica, Smashing Pumpkins y otros. Mis compañeritos estaba en las nubes con los tazos, los supercampeones y por ver Acción los domingos en la tarde ( años despues me daría cuenta de que como fondo musical de este programa deportivo usaban la introducción de “Wasted Years” de Iron Maiden ) yo seguia escuchando a Pink Floyd y viendo Robotech o las peliculas de Mad Max. Memoricé grupos y canciones que alternaba con mis juegos de misiones, soldados y carritos. “Everything about you” de Ugly Kid Joe era mi delrio y mis dibujos fueron cambiando de trailers a guitarras eléctricas y algunos tempranos logos de bandas.
1993. Llego con mi primer cassette ( comprado con mis ahorros y cuando ocho pesos me parecian una fortuna ) a la casa y a darle que es mole de olla. Improvisaba cualquier cosa como guitarra y escuchaba durante días esa reciente adquisición: Aerosmith con el disco Get A Grip, me mostró el camino. Por ese tiempo tambien frecuentaba a los vendedores del playeras y cassettes del tianguis, quienes me ignoraban por completo ( si, el uniforme de la primaria era horrible ) playeras y cassettes fueron mi facinación. Mi segunda adquisición, Appetite for Destruction de Guns n' Roses, un tercero fue regalo de mi papá: Metallica y su controversial album negro. Un cuarto, tambien de Metallica, el Ride the Lightning me colocó ante mi primer gran duda rockera: ¿se trataba acaso del mismo Metallica? Decían el mismo nombre ambos discos, es cierto, pero no los relacionaba del todo. Me confundí y al conocer la respuesta me llené de gusto. Eso lo recuerdo con ternura.
Para sexto de primaria ya contaba con dos playeras negras, ambas de Guns, y me sentía realizado.
Por ese tiempo, más o menos, alcance a ver una emisión del Headbangers Ball de MTV en su horario habitual de las 8 de la noche los sábados; la última en ese horario y todo debido al video God of Emptiness de Morbid Angel, que la censura del canal ordenó que se cambiara el horario del programa inicialmente a las 12 de la noche y posteriormente a las tres de la mañana. Para ver el programa, a partir de entonces, debía hacerlo a escondidas de mi mamá lo que debió causarle cierta conmoción el preguntarse qué clase de programas podría estar viendo a esas horas de la noche. Seguir el programa las noches de sábado me resultó toda una odisea nocturna, mística en cierto sentido. La música iba adquiriendo un matíz distinto desde entonces. Por medio de Headbangers conocí una infinidad de bandas nuevas, géneros y sonidos que de repente me parecía dificil de concebir cómo una persona era capaz de producirlos (doble bombo, voces guturales, guitarras thrashers etc..).
En ese entonces recibía demaciada información, sentía nostalgia por el grunge y el hard rock, conocí a Slayer, profundicé en Metallica, ubiqué a Criminal de Chile, Napalm Death, A.N.I.M.A.L; Garrobos, Transmetal, y entonces llegó la revelación: Rock and Roll en la versión de la pelicula The Song Remains The Same... Led Zeppelin, tan mentados por tanta gente en tantos lados; amor a primera vista-escucha. Coincidió este descubrimiento con la época en que Page y Plant se habían reunido y grabado ese descomunal Unledded ( el unplugged para MTV gabacho ).
Tanta información debía tener un cause y un orden, decidí avocarme a los clásicos. Y Zeppelin fue mi punto de partida. Busqué blues, Rolling Stones, Cream, Hendrix, Janis, The Doors...y que conozco a Black Sabbath con Iron Man.
En primero de secundaria sucedió que fui a mi primer toquin con mi tío ( introductor de Pink Floyd ) como acompañante. Primera reunion con otros rockeros, primer slam y me aplastan como tres monos durante Lithium de Nirvana; un grupo llamado Aneurisma coronó la noche con Whole Lotta Love, ideal.
Conseguí mis primeras dos revistas rockeras, una Metal Hammer y una Heavy Rock, ambas españolas. Muchos nombres, mucha história, mucho encanto y mucho por conocer.
Algo sucedió a fines del 96 y fue que mi hermana mayor, que por entonces estaba en la facultad de Biología, durante un viaje de prácticas llevó a la casa a tres compañeros ( yo viviendo en Zacapu y ella estudiando en Morelia ) siendo dos de ellos rockers aunque muy adelantados para mí. Tiempo despues ambos (Soren y América) me enviaron algunos obsequios tales como dos posters de Iron Maiden, del primer disco y del Killers, una manta de Motlëy Crüe y un muy humilde cassette: una compilación de éxitos de Black Sabbath. La vida me cambió por tercera vez; las dos anteriores con Pink Floyd y con Led Zeppelin.
Conocía el sonido del Thrash, Death, Speed, Heavy etc. Pero con Black Sabbath no sólo comprendí la pesadez de un grupo, sino la vibra que, en el caso de los de Birmingham, era de pura puta maldad. “My name is Lucifer, please take my hand” fueron palabras que se quedaron marcadas como por hierro incandecente en mi jóven espíritu.
Vino Iron Maiden, que me demostraron lo que era velocidad elegante y un abuso de guitarra sumamente fino. Un día un amigo me prestó un cassette de Angeles del Infierno y mi impresión fue de que se trataba de una copia bararta y española de Maiden, aunque nunca se lo dije. Con ese amigo compartimos mucha música y apreciaciones. Mi primer gran amigo rocker.
Durante la secundaria me obsesioné con el Death Metal, sobre todo de Cannibal Corpse y Obituary y me dí cuenta de que para tener un acercamiento a los géneros, asi como para conocer el catalogo de una banda en particular, una muy buena alternativa era recurrir a las compilaciones y de ese modo me empapé de bandas para mí desconocidas: Gorefest, Monstruosity, Incantation, Master etc. Y me inicié en lo blasfemo, Morbid Angel.
En ese tiempo estaba sin novia, pero me acercaba a los 100 cassettes!!. Empecé a estudiar guitarra pues me dí cuenta, gracias a los mexicanos Santa Sabina, que si quería tocar como mis heroes nunca lo lograría con el círculo de Sol que nos enseñaban en la escuela; debía estudiar música con seriedad, pero eso es otro asunto.
Ya me relacionaba con rockers de más edad y así conocí generos distintos, como el Black Metal, que durante un tiempo no me llamó mucho la atención, prefería la pútrida blasfemia del Morbid Visions de Sepultura, que se convirtió en mis disco favorito por ese tiempo.
Pasó algun tiempo para que me comprara una mayor variedad de playeras negras, pero solía andar vestido siempre de mezclilla, con pulseras hasta los codos y al menos cuatro collares; seguia sin novia. En algun convivio de la secundaria, se me ocurrió llevar el Vile de Cannibal Corpse, no me dajaron escuchar siquiera Devoured By Vermin; total, ahora la mayoría de ellos seguramente tienen hijos con futuras tendencias emo-reggaetoneras.
Conseguí en el tianguis el cassette de un grupo del cual no tenia ninguna referencia ni de MTV, ni de alguna compilación, comentario, nada. Me dejé llevar por el encanto de la portada, se trataba de Argentum con su primer disco Ad Interitum Funebrarum en el cual estaban todos lo elementos necesarios para hacerme caer en las sombras: atmosfera densa, guitarras virtuosas, voz malvibrosa, buena velocidad, voces de chicas melancólicas. Oh revelación, eran de Guanajuato, según el que me vendió el cassette, aunque más tarde supe que eran de Monterrey; me encontré ante las puertas de una utopía: el Metal Mexicano, el underground nacional que nada tenía que ver con Leprosy o Especimen.
Atravecé entonces el lúgubre y a veces hilarante camino del Black Metal, que durante la preparatoria se convirtió en mi genero favorito.
Han pasado ya veinte años desde que en la casa de mis abuelitos mi tío me ponia el vhs de The Wall que, a la fecha es mi disco favorito de Pink Floyd. Ha pasado el tiempo y no dejo de aprender algo sobre Rock and Roll o Metal asi como no hay día que no pase que no escuche al menos uno de mis antiguos cassettes ( aunque ya tenga Cds, Lps, y hasta Mp3 ). Poco a poco la música se convirtió no sólo en mi gusto más profundo, sino en mi modo de entender y darle lectura al mundo. He sido afortunado de conocer gente maravillosa y a algunos que se volvieron mis encarecidos amigos. He tenido la bendición de ver a varias de mis bandas más amadas (Black Sabbath, Ozzy, Judas Priest, Iron Maiden, Mayhem, Cannibal Corpse, Morbid Angel etc..) y sé que hay algo que nos llega a unir a muchos rockers, algo que las palabras no logran definir; unión que trasciende toda barrera. Me gusta pensar en ello como una inmortalidad colectiva.

sábado, 14 de marzo de 2009

IRON MAINDE EN EL DF.

IRON FUCKIN' MAIDEN!!!!!.


Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pues yo digo que bueno que somos metaleros y nos podemos cagar de la risa de convenciones como esa. El veintiocho de febrero pasado Iron Maiden se presentó de nueva cuenta en la ciudad de México en el Foro Sol, a poco más de un año de distancia de su última presentación en este mismo recinto.
En la presente ocación el contexto del concierto fue un festival que incluyó: Ágora (metal progresivo nacional), Lauren Harris (familiaridad con el apellido? Asi es, la hija de Steve Harris), Morbid Angel (leyendas indiscutibles del death metal y uno de los más peculiares representantes del genero), Atreyu (metal norteamericano con tendencia screamo), Carcass (los británicos que redefinieron muchas reglas dentro del death metal durante los 80's y 90's) y como cabeza de cartel, los miticos Iron Maiden.
Es dificil de un modo u otro tratar de decir algo novedoso sobre el grupo de las icónicas letras rojas y el aún más icónico Eddie, pues sobre Maiden se ha dicho de todo a lo largo de más de treinta años de carrera musical, pero siempre queda espacio para compartir alguna que otra apreciación respecto a sus presentaciones que han alcanzado el status de rito y porque no decirlo, de celebración religiosa.


La descalza e incomoda Lauren.

Bueno, desafortunadamente me perdí de la presentacion de Ágora por cuestiones ajenas a mi voluntad (un desayuno que me cayó pesado) y alcancé a ver algo más de la mitad de la actuacion de Lauren Harris, quien no logró llenar las espectativas de un Foro Sol a mitad de su capacidad. Rechiflas, algunas mentadas de madre y un poco de basura al escenario fue la respuesta de la gente ante la, digamos, tibia actuación de la linda britanica, quien a pesar de su evidente belleza (y encantador acento) no pudo hacer contacto con el personal. Lauren Harris desarroya un hard rock con algunas reminicencias glam de facil digestión (tal vez muy facil) y su desempeño escenico en realidad no es malo, se le nota el trabajo sobre tablas sean europeas o gabachas; las mexicanas las pudo manejar hasta cierto punto. El año pasado le fue mejor, cuando vino como único acto de aprertura de Maiden. “I've give a shit” fueron sus palabras más sentidas poco antes de que se despidiera del público mexicano que puede ser muy poco tolerante, como más delante se vería en toda su expreción.


Morbid, Morbid, Morbid.

El inmenso escenario cubierto con vaporosas mantas negras encajaron más que a la perfección para recibir a los oriundos de Florida (casi nuestros connacionales, espirituales al menos) MORBID ANGEL. Un gran equipo humano se encargaba de desalojar el equipo de la banda anterior para que en menos de 20 minutos estuviera listo el de la siguiente, caso que se repitió con todas las bandas, menos Maiden. Lo primero en aparecer en el escenario fue un mostruoso kit de bateria que hizo que la gente saliera de sus casillas y comenzaran a moverse de un lado a otro sin contemplaciones como si de una sola mole humana se tratara.
Aparece el delgado Pete Sandoval quien poco a poco checaba el sonido de su instrumento, se le unió Trey Azagthot con una Jackson azul y el otro guitarrista Thor Anders con una Dean negra con las orillas grises. Un repazo mortal de Sandoval a su bateria arranca los alaridos de la gente e invoca al siempre apreciado David Vincent con un bajo tambien Dean color rojo y luciendo el orgullo que siente por los seguidores mexicanos en el rostro. “Hey México” saluda y despues de breves palabras arrancan con “Rapture” de su afamado album Covenant. Aquello era un hervidero, la gente caía, se arrebataba y no ocultaban las brutales emociones que despierta el Death Metal más fino que se ha creado. “Get ready for the Pain Divine” recalca Vincent golpeandoce el pecho y lanzando asecinas miradas al publico, el corte que en el disco le sigue precisamente a “Rapture”. Yo estaba en la gloria. De nuevo Vincent dirijiendose largamente a la gente que a merced de Morbid se encontraba, un tema nuevo “Neverland” asalta demoliendo oidos. Los años le han dado a Morbid Angel este status de culto y el conocimiento para dominar cualquier entarimado en el que se presenten. Aunque hay que decirlo, la guitarra de Anders sonaba debil y se perdia sobre todo al momento en que hacia solos por su cuenta. Vino “Mass of Torment” para deleite de los viejos seguidores y de los más aferrados. De repente Vincent se despide, pues su tiempo ha terminado, lo que me hace mentar madres (no contra ellos) pero no sin antes regalarnos un ultimo tema como epilogo de una corta pero intensa actuación; se ha desecho en agradecimientos, saludos puño en alto y deja de manifiesto que reconoce la fidelidad de los mexicanos. “Chapel of Ghouls”, un largo y tortuoso (a webo!!) solo por parte de Azagthot nos enfrenta con ese templo de Ostx que invoca con su interpretación, IA IA SAKKAH!!. Muchas gracias Morbid Angel, ojalá los vea dentro de poco.


Go back to your fuckin' country, Atreyu.

Algunos gabachos con facha de surfers-pachecos-retrasados estaban sobre el entarimado y pasaron todavía otros varios minutos en salir Atreyu, quienes habian dejado ya una manta de su nombre como fondo. Al aparecer los mentados, me di cuenta de que salieron con todo el ánimo del mundo que se trasformó en un “cierro los ojos pa que no vean que me cago”. Dos temas seguidos, ninguna conseción, de parte de la gente digo. Un Foro Sol rugiente, un “buu” que hacer temblar el suelo, que bueno que no dejan pasar botellas (es un decir).
El hibrido de hard core, emo, gritos y bajistas que no tocan, pero brincan fue lo ofrecido por los norteamericanos blancos del odio de un recinto a más de la mitad de su capacidad. Si el nü metal era irritante, esta muralla sónica resulto insoportable; infinidad de manos con el dedo medio en alto, de mentadas, de basura arrojada al escenario. “Mecsicou, let me see your meddle fingers in the air” y bajamos las manos. “Mecsicou, come on, throw more stuffs to the stage” y cesó la lluvia de basura; estaban humillados y ni asi se bajaron, no cabe duda que Jackass se convirtió en un fenomeno cultural en la chaviza de los vecinos del norte.
Debieron tocar unos doce temas y lo que al inicio parecia divertido de ver (que esos gabachos aguantaran mentadas, basura et al) se convirtió en un espectaculo sinceramente cagante, con ganas de que no existiera valla ni seguridad y haber podido bajar a punta de madrazos a esa mamada de grupo. Ya no hay moral. Atinadamente les mandaron de regreso las baquetas arrojadas al publico.


Oh Carcass, oh Carcass.

La manta de Tools of the Trade en lo alto, las pinturas de reses abiertas en canal del disco Heartwork, el olor a mota en el aire...Era el momento de Carcass.
La noche no se decidía a caer del todo cuando suena la inconfundible intro del grupo y salen a escena Michael Ammoth, Jeff Walker y compañía. Este se trata de otro regreso a tierras mexicanas. Pues bienvenidos.
Los de Liverpool abrieron con la infalible Reek of Putrefaction, y siguiendo con Corporal Gigsore Quandery, creo. México los amaba y ellos por igual. Walker en su limitadísimo y medio pocho español se dirije al respetable el cual Aplaude cada palabra pronunciada a medias “México, cabrones, chingón, ustedes muy loco”. Una sonorización perfecta y una ejecución sin paragón hacen olvidar sin ningun contratiempo el mal rato pasado con Atreyu.
Jeff nunca pierde contacto con la gente y estos lo sienten, recuerda y platica (en inglés) una antigua presentación en nuestro país. Pasan “This Mortal Coil” “Buried Dreams” y otros temas de su etapa grind pero refinados.
-“Eh Mexico, ustedes encanta Agora!!”
-”Yeah!!!”
-”Ustedes encanta Lauren Harris”
-”Yeah!!!” (choreros)
-”Ustedes encanta Morbid fuckin' Angel!!”
-”Yeaaaaaaaaaahhhhhhhh!!!!!!!!”
-”Ustedes encanta Atreyu”
-”fi fififi fi” chinga tu madre!!!! (no es tu culpa Jeff). Lo curioso de la actuación de Carcass.
El fin de su presentación se aproxima pero en ningun momento bajan los ánimos brutales del público. “Exhumed to Consume” inconfundible y la sorpresa de la noche al unirla con el himno no oficial de Carcass “Heartwork”. Estupenda actuación la ofrecida por el cuarteto.



We will never surrender.

Eran cerca de las 19:30 cuando Carcass finalizó su set, dejando la velada en manos de los cabeza de cartel IRON MAIDEN. Un ejercito de trabajadores comandados por ingenieros de luces iban y venian de un lado a otro del escenario; la espectativa, los nervios, “Breaking the Law” en el p.a. Y alguien me dice, “yo creo que ahorita con Maiden va a estar más leve el pedo con la banda no?”. Pues no.
A las 20 hrs se apagó la luz. Transylvania. Video en pantallas gigantes. Cánticos. Comienza el evento....
Esta es la gira que viene a ser la segunda parte de “Somewhere back in Time” y por lo mismo se trata de revivir los gloriosos años 80 sobre todo por la escenografía inspirada en la gira del “Powerslave” de 1984. Si alguna vez se ha visto el video “Live After Death” del grupo, se sabe que abren con la grabación de un discurso del primer ministro durante la segunda guerra mundial Winston Churchill, el cual pone los pelos de punta pues viene seguido de “Aces High”; es un delirio y pocos pueden creerlo.
Rompiendo madres, salen a escena Harris y compañía estando éste en primer plano, gritando con todo y un Dickinson que nunca para de moverse, de correr, de ser precisamente Dickinson. Murray muy propio, Gers en plena forma y siendo un loco y Smith con su aplastante presencia domina al respetable. Son los amos, lo saben, lo sabemos y nos encanta.
Pasa “2 Minutes to Midnight” y la primer sorpresa de la noche anunciada por el siempre luminoso Dickinson, “Children of the Damned” e incluso alcanza a contar alguna anecdota sobre la grabación de este tema y aparece Adrian Smith con guitarra doble en mano.
Volteo la mirada un momento hacia los asistentes, no han llenado el recinto, la crisis esta sobre nosotros, pienso.
Cambio de fondo y se revela al Eddie Trooper, que arranca gritos como si la propia manta estuviera interpretando el tema. “You take my life, but i'll take yours
too...” al unísono gente y grupo, una comunión enmarcada en Heavy Metal británico. La gente se ha vuelto un nudo inconmesurable de carne y sudor, me alejo un poco y tengo una perfecta apreciación del escenario, audio de sueños, buena perspectiva respecto al grupo y sin nadie que me empuje, sólo la infinidad de nacos que pretenden grabar el evento con los miserables sistemas de sus patéticos telefonos celulares. Eso me encabronó unos minutos hasta que Mr Dickinson viene a presentarnos un tema de proporciones bíblicas y que en lo personal me hace babear, una advertencia “sobre lo que uno no debe hacer cuando un ave caga sobre nosotros, The Rime of the Ancient Mariner”. Niebla y más niebla, trajes raídos, lo narrado, la campanilla, la pirotecnia, tronidos en la estructura de las luces y trece minutos de orgasmo sonoro.
Luego una nueva sorpresa de las tres advertidas por el fronman al inicio del evento sobre temas que nunca antes habían tocado. “The Phanton of the Opera”.
Pienso en lo enorme que resulta una presentación de estos británicos y en lo entrañable que resultan sus canciones, han sido complices de miles de momentos en las vidas de millones de fanáticos alrededor del orbe, hemos hecho nuestras esas canciones y esa es la magia innegable del Heavy Metal. Pienso en que no importa que se haya convertido en una formula los cánticos en “Fear of the Dark”, por ejemplo, hay algo intrínseco e indescriptible, algo que esta muy lejos de ser fanatismo y que toca los terrenos de lo místico.
He estado de pie las últimas seis horas y la sed ha hecho estragos en mi boca, las piernas me duelen espantósamente al igual que el cuello, la espalda me dá punzadas...”Run to the Hills”. Han pasado muchos clásicos más (“Powerslave”, “Wasted Years” por decir algunas) y de buenas a primeras Bruce se despide de los mexicanos a manera de broma y desaparecen por espacio de unos cinco minutos, para regresar con la história de un rito diabólico presenciado por un incauto hombre común; introducción coreada por miles y un quimérico demonio con rayos lasser por ojos: “The Number of the Beast”. “Sanctury” nos hace brincar con más que posibilidades, “Iron Maiden” (Adrian Smith con una guitarra Gibson SG muy vieja) y lo que de momento se me había olvidado, era un atractivo particular de esta gira: la esfinge descomunal que a mitad de la canción se parte a la mitad y deja al descubierto la gigantesca momia de Eddie arrojando chispas por los ojos.
Todos los Maiden sacan amplios sombreros de charro y Dickinson nos anuncia un poco a manera de sentencia “estamos trabajando en otro disco de estudio y el próximo año estarémos de regreso y esperamos que cada uno de ustedes traiga al menos tres amigos, pues queremos reventar este lugar” y casi de inmediato descargan sobre nuestras cabezas la electrizante “The Evil That Men Do” y presentan al Eddie de “Somewhere in Time” que sardónicamente pretende hacerse una puñeta frente a nuestros ojos. Encantador.
Termina el evento con la entrega de pertenencias por parte del grupo a la gente, muñequeras, uñas para guitarra, baquetas, cueros de tambor e incluso el sombrero charro de Dave Murray. Por varios minutos queda Nicko McBrain solo en el escenario y es un gigante , un adorable y descalzo gigante. Una actuación son precedentes. México, fieles hasta la muerte.
De regreso al camión sólo pienso en descanzar, lo que es dificil en un camión de poco amables asientos y al menos cuatro horas de viaje de regreso.
Ha culminado el mejor concierto al que haya asistido en mi vida, al que fui lleno de temores, porque pues algo tan bueno era dificil de creer, pero tengo la playera que demuestra que fue real y mucho. Enhorabuena IRON MAIDEN y los esperamos el año entrante, algo tan grande ocurre solo una vez al año y estoy siendo muy positivo.