lunes, 25 de octubre de 2010

NARDA


Porque te llevaron lejos de mi.
Porque dejé de verte unos instantes,
te perdí en la noche sin nombre.
Porque nunca entendí la vida así,
lejos de tu cintura, con mi soledad
completa.

Porque esos perros sin cordura,
esos perros sin alma,
no supieron lo que hicieron;
se puede robar un trozo del corazón.

Porque conociste mi estremecimiento.
Porque fuiste la realización de mis anhelos.
Porque en tí mi carne de niño conoció el deseo
y se hizo canción eterna;
gemido de hombre en llamas.

Porque en tus brazos tuve voz,
la voz que poco a poco hice con lágrimas y sudor.
Porque me hiciste hombre a punta de madrazos
hasta que la realidad me dio el chingadazo
de que pocos sobreviven en el mundo real.

Porque tuve tantas ganas de partirle la madre a Dios,
como todas las veces que me arrancaron un pedazo de mi mismo,
como todas esas veces que me dejaron solo
sin que lo hubiera esperado o querido...

Porque quise mandar a chingar a su madre al mundo.

Y porque de verdad creí que toda la vida estaríamos juntos.

Porque en tus brazos pude fundirme con los paisajes de Page,
la Obscuridad que creó Iommy, compartir el delirium tremens
de Hendrix y el trance inmaculado de Gilmour.
Y, al fin, pude darle nombre a mi propia locura...
un nombre de mujer.

Por eso lloro esta noche...
porque no está tu espalda en mi costado antes de dormir,
no está tu canto de niña antigua junto a mi delirio,
ni tu desnuda presencia en mis manos huérfanas.

Y no sabré más de ti.
Por siempre estaremos separados, Narda.

No me alcanzarán las manos
para decirte lo mucho que te amo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Héroes: JOHN LEE HOOKER.





John Lee Hooker Ramsey, 1917-2001.


"Cuando era joven, recuerdo haber escuchado a John Lee Hooker en disco, imaginé que era un hombre de dos metros de altura, que podía cargar el tronco de un árbol y que todos los días desayunaba un pollo completo; años después lo conocí y se trataba de un hombre, más bien, menudo; entonces lo vi tocar y me pareció más grande de lo que imaginaba años atras." Rememora Eric Clapton en algún documental sobre la historia del Rock and Roll (de los que solían transmitir en Canal Once o en el People and Arts). No recuerdo el nombre del documental.
Sé que hay algún modo de hablar sobre Hooker y no entristecer del todo en el intento. Ya sé, Boom Boom, esas dos palabras (¿onomatopeyas?) le pueden tumbar la tristeza a cualquiera.
Boom Boom, Clarkdale, Mississipi. Una granja.
Boom Boom, los hombres de la planteación cantan viejas canciones, cada una irrepetible. Manos cansadas. Ojos nublados. Humo. El joven Hooker conoce la música.
Boom Boom, a los trece años, el tercer hombre en la vida de su madre lo presenta con una mujer. De esas que nunca lo abandonan a uno.
Boom Boom, Detroit. 26 años. Bares. Noche. Hay quienes ya lo conocen (Johnny Hooker). Ha tocado solo y con grupo. Ha dormido solo y acompañado.
Boom Boom, para cantar basta con casi platicar. Para marcar el tempo, el pie. Para tocar, no separarse de la guitarra.
Boom Boom, Boogie Chillum. Grabada. Un éxito. Boogie. We`re all gonna Boggie.
Boom Boom, años de presentaciones. Más grabaciones. Grandes audiencias. Los nuevos chicos que buscan tocar blues. Muchos son buenos, para ser blancos, jejeje.
Boom Boom, las manos enormes que conquistan multitudes. Admiración. Es una leyenda en los 60´s. Ya no dejaría de serlo.
Boom Boom, Van Morrison? Bob Dylan? Milles Davis? Uno puede tocar con ellos, claro que sí.
Boom Boom, Los Lobos? Santana? Un Grammy? Ha pasado el tiempo, Muchos caminos recorridos. Muchos rostros. Muchas voces.
Boom Boom, la edad llegó. Ha sido un gran recorrido. La gente conoció lo que vio Johnny cuando joven a través de su música. Otro Grammy? Rock and Roll Hall of Fame? Otro Grammy?
Boom Boom, San Francisco. El Club. Epiphone Guitars rinde tributo y saca un modelo signature.
Boom Boom, canten y toquen. Hagan el amor. Vibren, para eso es la música. Johnny cierra los ojos y su mujer queda en silencio.


Se puede beber un trago hasta morder el vaso, volverse uno con la obscuridad de un bar y la calle, escuchar la risa de los locos de la mesa de junto.
Morder el vaso y pedir otro trago... ya la risa es inevitable.
Escuchar esa guitarra, sentir cómo entra por los oidos hasta reventar el alma.
Morder la botella, tomar la guitarra y desvanecerse
Pero por más que se quiera, uno no puede tocar como John Lee Hooker, "No es algo que puedas aprender en la escuela o en un libro, naces para tocar o no. Así de simple".

Comentario final: Jimmy Page y Robert Plant grabaron en 1998 su último trabajo de estudio juntos: "Walking Into Clarkdale" Un humilde tributo a un gigante que talvez no devoraría pollos en el desayuno, pero que la sombra de sus manos abarca hasta nuestros días.


Recomendadas:
-My First Wife Left Me.
-I´m in the Mood for Love.
-Hobo Blues (a webo).
-Blues Before Sunrise.
-Wendsday Evening Blues (a webísimo).
-Boom Boom.


For you, Girl.

martes, 10 de agosto de 2010

Héroes: DJANGO REINHARDT.





Jean Baptiste Reinhardt, 1910-1953.


Gitano belga, manouche, vagabundo, dueño del suelo donde posaba su planta; dueño del aire que, con las notas de su guitarra, se volvió colorido en la Europa previa a la Segunda Guerra Mundial.
Irreal, su sonido era irreal a pesar de que se le puede calificar como swing, el colorido de su música resultaba variable, mutable, vivo. Y es que en el camino se formó como hombre y artista, que no estuvo solo y creó pasajes con ayuda de compañeros, casi familia, a quienes sólo una guerra pudo separar. Entre ellos Stéphane Grappelli, el violinista de su vida, o Reinhardt, guitarrista de la vida de Grappelli, como se quiera ver.
Por causa de unas flores plásticas que iluminaban su caravana, y la intervención de una inocente vela, Django sufrió un accidente que, lejos de perjudicarlo en términos musicales, le significó el sello distintivo que le ayudaría a inscribirse en las páginas de la historia de la música del siglo XX; con graves quemaduras casi en la mitad de cuerpo, se vió postrado a una cama de hospital por espacio de 18 meses y lo condenó a la pérdida en la movilidad de los dedos anular y meñique de la mano izquierda. Por esta condición pudo desarrollar una técnica única con la cual podía hacer prácticamente todo, desde ritmos, lineas melódicas, hasta partes solistas, utilizando únicamente dos dedos (índice y medio) y ocasionalmente el anular.
Durante los primeros años de su carrera se desenvolvió en la guitarra acústica, con cuerdas de metal, época a la que pertenecen la gran mayoría de los temas que grabó junto a Grappelli, que abarcaban temas gitanos, swing y algunos atísbos de tango (Limehouse Blues, Sweet Georgia Brown) y fue después de 1946 que tuvo su acercamiento a la guitarra eléctrica y al Jazz norteamericano, el cual conocía desde finales de la década de los 20´s.
Siempre de traje, el cabello y el bigote con una elegante presencia, el cigarro y la guitarra como extención del cuerpo rindieron cuentas ante la eternidad en la naciente década de los 50´s, cuando comenzaba el movimiento del Rock and Roll, pero su influencia permanecería por décadas, hasta nuestros días. Cabe comentar que de no haber sido por el ejemplo de tenacidad y coraje de
Rienhardt, un jovencito de Birmingham Inglaterra, quien había sufrido también un accidente terrible en la mano izquierda, habría abandonado la idea de volver a tocar la guitarra; ese jovencito era Tony Iommy.
Django le dió color al viento, aroma al sonido, calor a los que le sobrevivimos y seguimos teniendolo como uno de los creadores más importantes de la historia de la música popular.



Recomendadas, además de las ya mencionadas: -Beyond the Sea.
-St. Louise Blues.
-My Sweet.
-Got Rhythm.

domingo, 8 de agosto de 2010

Héroes: CHUCK BERRY









Charles Edward Anderson Berry, 1926-



Los ojos desorbitados, el escazo bigote, el cabello deordenado... notas arriesgadas y una guitarra que no conoció límites en cuanto a la interacción sonido-cuerpo. Un incontenible poderío escapaba por sus dedos, incontenible sonido articulado a la perfección... con él se inicia la tradición de los Grandes de las Seis Cuerdas... para mí, el patriarca (aunque muchos digan que haya sido Robert Johnson, cosa en la que no estoy en desacuerdo, pero Berry representaba en nuevo sonido).
Había cierto peligro en su música, mucha euforia al abordar su guitarra... dicen que tenia un caracter dificil, (incluso que tuvo algún altercado con Keith Richards) pero era de comprenderse, no puedes ser un provocador en escena y sonido, cuando eres debil de caracter y espíritu. La relación entre él y su guitarra era todo lo que la gente debía conocer, era lo que tenia para dar al mundo, era lo que había y era suficiente.
"Johnny B. Goode" bien puede ser su autobiografía, de modo que podemos, no sólo imaginar el ego que ostentaba Berry, sino darnos cuenta de la seguridad ante sí mismo y de un modo, una suerte de clarividencia. Y, aunque es un hecho que sea ésta su canción emblemática, tomemos temas como "Roll over Bethoveen", "No Particular Place to Go", "Dear Dad" o "Thirty Days" (en especial) y apreciaremos la fantastica relación entre su voz y la guitarra, sin mencionar el impácto visual que sus actuaciones provocaban. De un modo, lo encuentro como la directa inspiración del más grande guitarrista de Rock de la historia: Hendrix.

Su legado es infinito, su influencia, definitiva; el hombre detras de la eufórica música que resultó en piedra angular de lo que conocemos como Rock and Roll.


Recomendadas: Además de las ya mencionadas: -I Got to Find my Baby.
-Tulane.
-Childhood Sweetheart.
-Maybelline.

sábado, 16 de enero de 2010

ANTICRISTO

¿Dirias que estoy al borde de la locura?
¿Podria creerte?
¿Creerias que te creo?
Me conociste en este obscuro y bizarro momento de la vida,
me conociste antes del ocaso prematuro
y escucho tu voz, ante la noche enorme-peligrosa y solitaria.

He roto la ley absoluta jugando son los designios del infierno.
Los demonios sobre el dintel de mi puerta
palidecen ante el lamento de aquellos que lloran en presencia
de lo que espera por mi más allá del muro.

MUERTE EN JARIPEO.

Entonces que vemos cómo un toro cebú le aplastó el craneo con las pezuñas.
Un señor, de entre todos los que se pararon repentinamente al ver el incidente, hizo que se me derramara la cerveza medio tibia, en el pantalón.
Amelia gritó “no mames” tan cerca de mi oido que, junto con las trompetas de la tambora que amenizaba el evento, me dejaron sordo por segundos dolorosos.
Ella fue la que me llevó.
A mi ni me gustan los jaripeos.
Aunque es un buen lugar para conseguir chicas.
Entraron varios hombres al ruedo ignorando al cebú despuntado, que por su parte se limitó a dar patadas al por mayor.
Ya no tenía más dinero para comprar otra cerveza.
Amelia llevaba tres más que yo.
Me había tomado siete.
El jinete accidentado era un rancholo, envalentonado, ebrio, abandonado, idiota; sólo dios sabe. Rancholo a fin de cuentas.
Amelia sale a jaripeos cada semana y por extraño que parezca, se ve muy bien con tejana y botas. Me toma de la mano y nos acercamos a contemplar el incidente.
La cerveza derramada en mi pantalón causa una mancha vergonzosa.
Entran voluntarios de Cruz Roja y atienden al ahora occiso.
Unos jovenes conversan en p'urépecha a mi lado. Me concentro en escuchar su plática.
Me suelto de Amelia, quien de un momento a otro se pierde en el remolino de gente.
Un cabrón se me queda viendo con cara de chinga tu madre.
Pasan unas chicas de breve cintura y más aun breve falda.
Amelia esta ebria.
No creo que podamos coger esta noche.
Me alejo de la gente y busco en mis bolsillos un poco de dinero.
Nada.
La tambora nunca se detiene, la gente sigue arremolinada, pierdo de vista al cebú. Amelia voltea a verme con una sonrisa que de algun modo me congela el corazón.
Hay un borracho tirado en la tierra seca y amarilla. Tiene una mancha de orina en el pantalón rojo decolorado.
Reviso mi mancha, la mezclilla no se seca tan fácil.
Por inercia, me encamino a la entrada del jaripeo y busco las llaves del carro.
No entiendo porque me siento como derrotado. Tal vez sean celos por el ahora occiso.
La mancha que porto no es mi concepto de ser el centro de atención.
Amelia me chifla y volteo para ver cómo llega junto con un niño muy sucio que carga un cartón de cervezas.
Al llegar a mi lado me muestra un botella de tequila que extrae de su bolso. “con esto nos armamos, pero hay que irnos ya y no me preguntes porqué”.
En su rostro de nuevo esa sonrisa.
Regresamos a la ciudad y nos dirigimos a su casa.
Prende el radio y canta muy alto una canción de banda.
Pregunta si me ha gustado el jaripeo, respondo que es interesantísimo.
“No me gusta cuando no pasa nada de impacto” me dice poniendo su mano en mi pierna. “es un buen día” me dice retirando la mirada de la mancha en mi pantalón.
Amelia se ven muy bien con tejana y botas, unicamente.